FRASES:El intelecto es una forma de exageración en sí mismo y destruye la armonía de cualquier rostro. En el momento en que uno se sienta a pensar, se vuelve todo nariz, o todo frente, o cualquier otro espanto. Mira a los hombres de éxito en cualquier tema del saber. ¡Son completamente horribles! Excepto en la Iglesia, por supuesto. Pero es que en la Iglesia no se piensa. Un obispo sigue repitiendo a los ochenta años lo que le enseñaron a decir cuando era un muchacho de dieciocho, y como consecuencia natural siempre conservará un aspecto absolutamente encantador.
No puedo evitar el detestar a mis parientes. Supongo que proviene del hecho de que ninguno de nosotros soporta que otras personas tengan sus mismos defectos.
No hay nada que el arte no pueda expresar.
La buena influencia no existe. Toda influencia es inmoral, inmoral desde el punto de vista científico. Porque influir en una persona significa entregarle el alma. Ya no piensa con sus propios pensamientos, ni se consume en sus propias pasiones. Sus virtudes dejan de ser reales. Sus pecados, si es que existe tal cosa, son algo prestado. Se convierte en el eco de una música ajena, en el actor de un papel que se ha escrito para otro.
¡Siempre! Odiosa palabra. Me echo a temblar cada vez que la oigo. ¡A las mujeres les gusta tanto utilizarla! Estropean todo romance al querer que sea eterno.
- Hoy en día los jóvenes se imaginan que el dinero lo es todo.
- Sí, y cuando se hacen mayores lo comprueban.
No necesito dinero. Sólo los que pagan sus facturas lo necesitan y yo nunca pago las mías.
Me gusta saberlo todo sobre mis nuevos amigos, y nada sobre los viejos.
La humanidad se toma a sí misma demasiado en serio. Es el pecado original del mundo. Si los hombres de las cavernas hubiesen sabido reír, la historia hubiese sido distinta.
Hoy en día, la gente sabe el precio de todo, pero no conoce el valor de nada.
Los hombres se casan por cansancio; las mujeres por curiosidad; y ambos resultan decepcionados.
No creo que me case. Estoy demasiado enamorado.
Cuanto más vivo más me convenzo de que todo lo que era suficientemente bueno para nuestros padres no es lo bastante bueno para nosotros.
La única cosa digna de amarse es una actriz.
A la gente le encanta deshacerse de lo que más necesita. Es lo que yo llamo los abismos de la generosidad.
Un gran poeta, un poeta verdaderamente grande, es lo más poco poético que existe. Pero los malos poetas son absolutamente fascinantes. Cuanto peores son sus rimas, más pintorescos parecen.
Hay males tan extraños que es necesario pasar por ellos para comprender su naturaleza.
¿Qué importa cuál sea el precio? Nunca se paga un precio lo bastante alto a cambio de una sensación.
La separación del espíritu y de la materia es un misterio, como lo es su unión.